Un estudio de Junji, Unicef y Unesco revela que muy pocos padres comparten cotidianamente con sus hijos menores de seis años.
por Leyla Ramírez - 18/07/2010 - 09:30
El juego es el primer motor de aprendizaje y socialización en los niños. Pero también un espacio de valoración, pues al jugar con sus padres sienten que éstos los ven y aceptan.
"El juego sirve al niño para mejorar su capacidad motora, de aprendizaje y, por ende, es fundamental para su desarrollo. Pero si juega en familia, vale por dos", explica Francisca Morales, sicóloga y consultora en desarrollo infantil temprano de Unicef. Pese a eso y a los innumerables estudios que dan cuenta de la importancia de realizar actividades lúdicas, deportivas y culturales con los más pequeños de la casa, apenas un 10% de los padres chilenos dedica regularmente tiempo libre para compartirlas con ellos, según consigna la Encuesta Nacional de Primera Infancia (Enpi) que realizaron Junji, Unicef y Unesco.
El resto declara hacerlo nunca o algunas veces (una o dos veces por semana). Al desglosar las cifras, la situación es reveladora: un 40% nunca les lee ni cuenta historias, un 27% nunca les canta o toca un instrumento, un 36% nunca pinta o escribe con ellos, y un 70% nunca realiza actividades culturales con ellos ni menos deportivas (57%).
¿Las razones? Las jornadas laborales, la incapacidad de los adultos de adecuar parte de sus espacios y tiempos de relajo a las necesidades de los niños y el desigual acceso, sobre todo, a bienes culturales, como libros. Pero las cifras también revelan el traspaso de los malos hábitos de los adultos. "No es de extrañar que el 40% de los padres no practique actividad física con sus hijos, no les lean cuentos o que un 70% no practique actividades culturales (porque ellos tampoco lo hacen). Existe una alta reproducción de los estilos de vida que los padres traspasamos a nuestros hijos", dice María José Becerra, economista y encargada de Enpi.
Padres cansados
Francisca Morales dice que los propios niños revelaron en una encuesta realizada por Unicef que la imagen que tenían de sus padres era que "vivían cansados", lo que se explica porque muchos padres "viven más para trabajar que para ejercer parentalidad". Eso se agrava cuando el escaso tiempo libre se usa para saciar sólo las necesidades de los padres. "Es importante construir una relación donde no siempre sea el niño el que deba acomodarse a los panoramas de los papás. También los padres deben adaptarse a las necesidades del niño y aunque no siempre se pueda, es importante hacerse espacios. Una hora al día o incluso minutos bastan", dice Morales.
Es que si jugar es importante, hacerlo en familia es fundamental, ya que además de fortalecer al grupo, se genera un espacio de valoración para los niños. "Sienten que sus padres lo ven, los valoran y aceptan", remata.
A eso se suma el rol socializador de aprendizaje que tiene el juego. "Es el principal motor del desarrollo de los niños, el que constituye los procesos del conocimiento por el cual ellos empiezan a ampliar su inteligencia y con ello potencian sus procesos de sociabilización", agrega Becerra. La economista entrega otro dato: "Hay evidencia que nos demuestra que países en los cuales los padres y las madres les leen cuentos, juegan o simplemente comparten espacios de calidad con sus hijos, proveen de cohortes (futuras generaciones) más estimuladas, menos agresivas, más educadas y con mayor potencial de desarrollo para los países", afirma.
Y aunque en el acceso a juguetes lúdicos y libros hay diferencias importantes por nivel socioeconómico (85,6% en el ABC1 contra 31,7% en E) y que el fomento de bibliotecas y ludotecas públicas son más que necesarias, querer siempre es poder. "Ir a jugar a una plaza a la pelota, caminar, ir a museos o recorrer la ciudad contando historias de esos lugares no es algo costoso, como tampoco buscar juegos para compartir con toda la familia dentro del hogar", concluye Morales. De hecho, cosas tan simples como aprovechar el momento del baño para hacer búrbujas o jugar a los títeres, puede hacer la diferencia.
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domingo, 18 de julio de 2010
jueves, 17 de junio de 2010
“Primero que todo tiene que ser el afecto”
Entrevista a Sandra Díaz, licenciada en psicología
-¿Cuáles con las enfermedades o trastornos neurológicos que puede sufrir un niño?
-Algunas de las enfermedades que pueden afectar el cerebro pueden ser los trastornos genéticos donde se engloban los síndromes, los trastornos que afectan a las neuronas en la falta de oxigenación como en la parálisis cerebral, los trastornos de las funciones globales del cerebro como el TGD, el trastorno por déficit de atención, los traumatismos craneoencefálicos, las lesiones del cerebro por compresión como en la hidrocefalia, entre otros.
-¿Cómo se explica el desarrollo cerebral de un pequeño? -El desarrollo neurológico de un niño está basado en el crecimiento de las conexiones neuronales a través de sus dendritas y axones, que a su vez están ligadas a la mielinizacion de las neuronas. A esta etapa se la conoce como neurodesarrollo. Para entender en forma sencilla, las neuronas nacen poco conectadas entre ellas y a partir de un orden genético en una primera etapa, es decir, lo heredado por sus padres, y el contexto ecológico en una segunda etapa, es decir, los estímulos del medio ambiente donde habitan hacen que las neuronas se conecten entre sí a través de lo que se denomina sinapsis, formando verdaderas redes que en un futuro llevarán la información a través de todo el cerebro de un área a otra. Esto se traduce luego en la capacidad de caminar, hablar, pensar, sacar cálculos matemáticos y vivir en sociedad, por nombrar sólo algunos ejemplos.
-¿Qué significa el concepto de “niños especiales”?
- El termino niños especiales en el contexto médico científico no existe, se le denomino así popularmente a los niños que presentaban alguna patología neurológica que les producía una incapacidad en el funcionamiento del órgano cerebral.
-¿Es posible la cura de un niño o persona con estos problemas?
-La cura de los daños cerebrales en estos momentos es casi una utopía, ya que tras la muerte de una neurona no nace otra para reemplazarla, pero sí existe un fenómeno denominado plasticidad cerebral, que permite a una neurona muerta ser reemplazada por una vecina en la creación de circuitos nuevos de adaptación. Pero para ello uno debe trabajar con el niño en nuevos aprendizajes con distintos especialistas, pero, primero que todo, tiene que estar presente el afecto a estos niños que sufren.
-¿Existen instituciones para tratar a estos niños? -Fu.A.P.N.E. gerencia el Hogar Divino Niño Jesús, que aloja a niños con parálisis cerebral, desarrollando diversos programas terapéuticos tendientes, no sólo a la neurorrehabilitación, sino también al fortalecimiento de los vínculos familiares y sociales.
El Hogar Divino Niño cuenta con un plantel de profesionales formados en el campo de la discapacidad, entre ellos, los doctores Sergio Esteban, Federico Chuchuy, y las licenciadas Paola Orellana, Maria José Risinek, Sergio Ortiz, Daniela Chuchuy y Estela Maciel.
También hay un plantel de operadores y enfermeros altamente comprometidos y capacitados en la patología de los niños.
El programa de capacitación continua de la institución se encuentra a cargo del licenciado Jorge Hirsch, especialista en neurorrehabilitación infantil, terapeuta en neurodesarrollo.
Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/diario/2010/06/10/salta/201cprimero-que-todo-tiene-que-ser-el-afecto201d
-¿Cuáles con las enfermedades o trastornos neurológicos que puede sufrir un niño?
-Algunas de las enfermedades que pueden afectar el cerebro pueden ser los trastornos genéticos donde se engloban los síndromes, los trastornos que afectan a las neuronas en la falta de oxigenación como en la parálisis cerebral, los trastornos de las funciones globales del cerebro como el TGD, el trastorno por déficit de atención, los traumatismos craneoencefálicos, las lesiones del cerebro por compresión como en la hidrocefalia, entre otros.
-¿Cómo se explica el desarrollo cerebral de un pequeño? -El desarrollo neurológico de un niño está basado en el crecimiento de las conexiones neuronales a través de sus dendritas y axones, que a su vez están ligadas a la mielinizacion de las neuronas. A esta etapa se la conoce como neurodesarrollo. Para entender en forma sencilla, las neuronas nacen poco conectadas entre ellas y a partir de un orden genético en una primera etapa, es decir, lo heredado por sus padres, y el contexto ecológico en una segunda etapa, es decir, los estímulos del medio ambiente donde habitan hacen que las neuronas se conecten entre sí a través de lo que se denomina sinapsis, formando verdaderas redes que en un futuro llevarán la información a través de todo el cerebro de un área a otra. Esto se traduce luego en la capacidad de caminar, hablar, pensar, sacar cálculos matemáticos y vivir en sociedad, por nombrar sólo algunos ejemplos.
-¿Qué significa el concepto de “niños especiales”?
- El termino niños especiales en el contexto médico científico no existe, se le denomino así popularmente a los niños que presentaban alguna patología neurológica que les producía una incapacidad en el funcionamiento del órgano cerebral.
-¿Es posible la cura de un niño o persona con estos problemas?
-La cura de los daños cerebrales en estos momentos es casi una utopía, ya que tras la muerte de una neurona no nace otra para reemplazarla, pero sí existe un fenómeno denominado plasticidad cerebral, que permite a una neurona muerta ser reemplazada por una vecina en la creación de circuitos nuevos de adaptación. Pero para ello uno debe trabajar con el niño en nuevos aprendizajes con distintos especialistas, pero, primero que todo, tiene que estar presente el afecto a estos niños que sufren.
-¿Existen instituciones para tratar a estos niños? -Fu.A.P.N.E. gerencia el Hogar Divino Niño Jesús, que aloja a niños con parálisis cerebral, desarrollando diversos programas terapéuticos tendientes, no sólo a la neurorrehabilitación, sino también al fortalecimiento de los vínculos familiares y sociales.
El Hogar Divino Niño cuenta con un plantel de profesionales formados en el campo de la discapacidad, entre ellos, los doctores Sergio Esteban, Federico Chuchuy, y las licenciadas Paola Orellana, Maria José Risinek, Sergio Ortiz, Daniela Chuchuy y Estela Maciel.
También hay un plantel de operadores y enfermeros altamente comprometidos y capacitados en la patología de los niños.
El programa de capacitación continua de la institución se encuentra a cargo del licenciado Jorge Hirsch, especialista en neurorrehabilitación infantil, terapeuta en neurodesarrollo.
Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/diario/2010/06/10/salta/201cprimero-que-todo-tiene-que-ser-el-afecto201d
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