Prevención de la violencia en la familia y en la escuela

1. Acepta y quiere al bebé que está por nacer.



2. Dialoga con tu pareja, resuelve tus conflictos con equidad.



3. Durante los primeros 6 meses de vida promueve la lactancia materna exclusiva, estar cerca de tu bebe fortalece el vínculo afectivo.



4. Juega con tus hijos desde muy temprana edad, demuestra tu afecto, escuchándolos, hablándoles y acariciándolos con mucho respeto.



5. Enseña a tus hijos a compartir y resolver sus conflictos dialogando.



6. Deja que tus hijos expresen lo que sienten y expresales también lo que tú sientes por ellos.



7. Da normas claras y sencillas, pon límites sin agredir ni presionar.



8. Reconciliate con todos, asume tus errores y supera los malos entendidos.



9. No abuses del poder, porque eres más grande o más fuerte.



10. Denuncia el maltrato y hazte respetar.



sábado, 12 de junio de 2010

Un vínculo que nos marca de por vida

La estabilidad emocional adulta está estrechamente ligada a la manera en la que nos relacionamos con nuestra madre al nacer.

Por Montserrat Meléndez* perfil@nacion.com / Fotos Photos.com

Hay personas que tienen una habilidad natural para entablar y mantener relaciones de pareja o hacen amigos con facilidad, y a otras no les resulta tan sencillo; también existen las que se escudan en la hostilidad para que nadie se les acerque, todas estas formas de interactuar se determinan desde la cuna.
La primera historia de amor de los seres humanos comienza al nacer; en ese momento ocurre el primer vínculo entre la mamá y el bebé, este se va fortaleciendo durante los dos primeros años de vida y de esa conexión depende el desarrollo de la personalidad.

La lactancia, los besos, las caricias y la atención de las necesidades del recién nacido funcionan como vitaminas que nutren la parte emocional, su huella permanece hasta la vida adulta e influye en la forma de adherirnos afectivamente con otros y en la capacidad de amar.
Desde los cero hasta los cuatro años de vida, se da un crecimiento de estructuras cerebrales que serán responsables del funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. Por ello la importancia de que las experiencias de vinculación sean saludables.

“Desde el nacimiento hasta los 18 meses de edad ocurre una interacción de la madre o el cuidador con el niño, que le brinda herramientas de seguridad para que pueda enfrentarse con madurez a las etapas siguientes”, explica el pediatra y especialista en siquiatría infantil Max Figueroa Malavassi.
Después de la sexta semana hasta el sexto u octavo mes, se apega, ya conoce a quien le es familiar, interactúa, sonríe y se tranquiliza cuando está con su madre. Posterior al octavo mes hasta el año y medio viene el apego bien definido, ya no se angustia en extremo por la ausencia materna porque sabe que ella regresa.

Cuando el apego se da sobre una base de seguridad los pequeños crecen estables, independientes; en cambio, cuando el ambiente está dominado por la negligencia, la ausencia del cuidador y la hostilidad, ocurren los apegos distorsionados que se traducen en dificultades futuras para relacionarse, concluye.

Creando un molde biológico
La empatía, el afecto, el deseo de compartir, la capacidad de amar y ser amado, en general características de una persona asertiva, operativa y feliz, están asociadas al apego originado en la niñez temprana.
Basados en como las personas responden en relación con su figura de apego cuando están ansiosos, los investigadores Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definen tres patrones relevantes y las condiciones familiares que los promueven, el estilo seguro, el ansioso-ambivalente y el evasivo.

•Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Su madre o encargado es sensible a sus necesidades, por eso, tienen confianza que estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. Estas personas tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias.
•Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante periodos de angustia. Tienen poca confianza en que serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.
•Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores.

Pequeños felices, adultos estables
Las experiencias tempranas de apego con figuras significativas, sirven como base para las futuras relaciones, ya que las personas tienden a interpretar, anticipar y responder tomando en cuenta sus experiencias previas. Es decir, que dependiendo del estilo de relación que las personas tuvieron con sus figuras de apego en la infancia, así se van a relacionar en el futuro, afirma el sicólogo clínico y de la salud, Dagoberto Solano.

El apego se convierte en algo patológico cuando se pierde la identidad y la autonomía y se crea una dependencia de la pareja. “Más que amor es una necesidad de seguridad que se busca en la otra persona al punto de absorberla por completo, lo que muchas veces causa el rechazo de los demás, porque son vistas como personas absorbentes, asfixiantes y demandantes, puntualiza el sicólogo.

FUENTES: Dr. Max Figueroa Malavassi, pediatra y siquiatra infantil, (tel.: 2255-3875) Dagoberto Solano Marín, sicólogo (tel.: 8842-2072)

Consejos sencillos y prácticos para padres:

No existe una receta para la maternidad o la paternidad, en más de la mitad de los casos, el lazo de amor surge naturalmente, sin embargo, los siguientes tips no están demás:
Satisfaga las necesidades de sus hijos pequeños, ellos necesitan de usted.
Demuéstreles amor abiertamente a sus hijos, esto los hace seguros.
No le tema a que sus niños se apeguen a usted, ellos requieren tener la certeza de que usted está ahí para ellos.
No fuerce al pequeño a que se haga independiente antes de tiempo, porque se puede convertir en un problema.
Déles confianza para que cuando tengan laedad, hagan las cosas por sí mismos, lo cual no es lo mismo que solos.
No promueva la dependencia de ellos hacia usted, otórgueles espacios, con la debida supervisión.
Aliénteles a que expresen lo que sienten, quieren y necesiten; enséñeles a negociar.

*Adaptación para Perfilcr.com, el artículo completo se encuentra en la edición impresa.

Fuente: http://www.perfilcr.com/contenido/articles/2952/1/Un-vinculo-que-nos-marca-de-por-vida/Page1.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario